
Las redes sociales contribuyen a preservar la tradición y proteger las lenguas indígenas. [Fernanda Reyes / Alamy Stock Photo]
¿Alguna vez has intentado decir algo en náhuatl, zapoteco o maya? Palabras como “chocolate”, “guajolote” o “tlapalería” suenan a cada uno mexicano, pero muchos no saben la importancia de mantener vivas estas lenguas indígenas. Estas palabras son la raíz de quiénes somos, un lazo que une nuestras historias, tradiciones y generaciones.
Y, de verdad, me vuela la cabeza pensar que, en pleno 2025, las redes sociales están ayudando a que estas lenguas no se pierdan. ¡Sí, las redes! Es como si dos mundos totalmente distintos, la tradición milenaria y la tecnología moderna, se hubieran dado un abrazo para hacer algo increíble.
¿Quién iba a imaginar que TikTok, con sus videos cortitos, se convertiría en una herramienta clave para que los pueblos originarios defiendan su cultura?
Un puente digital para las lenguas indígenas
En este siglo, las lenguas indígenas enfrentan un riesgo real de desaparecer. Según la UNESCO, cerca del 40% de estas lenguas en el mundo podrían extinguirse pronto. Pero, de hecho, las redes sociales han abierto una ventana de esperanza.
Plataformas como TikTok o Instagram se han convertido en aliadas inesperadas para revitalizar estos idiomas ancestrales. Aquí comparten recursos educativos, como videos con vocabulario o frases cotidianas, y experiencias personales que inspiran. Estas comunidades virtuales fortalecen la transmisión de las lenguas entre generaciones.
Claro está, también ayudan a que la sociedad valore más estos idiomas. Muchos usuarios, al ver estos contenidos, sienten curiosidad y orgullo por las lenguas originarias. Por lo tanto, las redes no solo preservan, sino que despiertan interés en quienes no conocían este patrimonio.
TikTok, el megáfono de las lenguas indígenas
TikTok brilla por sus videos cortos y su capacidad de volverse virales. Esto ha permitido que las lenguas indígenas lleguen a millones de personas.
En México, todos seguimos a los creadores como el profesor Julio Hernández que usa TikTok para enseñar náhuatl. Sus videos, que explican desde palabras básicas hasta expresiones cotidianas, han atraído a más de 170,000 seguidores, muchos de ellos jóvenes. Fenomenal, ¿verdad? Porque, al mostrar a personas hablando con orgullo sus lenguas, se crea un efecto positivo. Más bien, se inspira a otros a aprender y compartir.
Un movimiento que trasciende fronteras
El impacto de las redes no se limita a México. En América Latina, creadores enseñan lenguas como quechua, aymara o guaraní en TikTok.
Parece que cada video es una ventana a la cultura viva de los pueblos originarios. Por ejemplo, en el caso del náhuatl, la presencia en TikTok e Instagram ha hecho que personas de todas las edades accedan a contenidos educativos gratis.
Además, la interacción directa con los creadores fomenta un aprendizaje colaborativo. A pesar de retos como comentarios negativos, el apoyo de las comunidades virtuales demuestra que la preservación de las lenguas indígenas despierta interés y cariño.
Tecnología como aliada del patrimonio
La tecnología está transformando la preservación de las lenguas indígenas. Más allá de TikTok, se graban narraciones orales, canciones y mitos para crear archivos digitales. También se desarrollan aplicaciones y sitios web educativos que complementan el trabajo en redes.
Claro está, estos esfuerzos no reemplazan la enseñanza tradicional, la fortalecen. Por ejemplo, grabar una canción en maya o una historia en tsotsil asegura que estos tesoros no se pierdan.
Mi propuesta es seguir impulsando estas iniciativas. O sea, crear más apps interactivas, financiar proyectos de creadores indígenas y promover campañas en redes que celebren estas lenguas. Así, la sociedad entera valorará más nuestro patrimonio cultural.