
La Rivalidad Eterna en el Escenario Más Grande [BarksJapan / Alamy Stock Photo]
¿Listos para el partido que paraliza a toda una región? La mesa está puesta para otro capítulo de la rivalidad más sabrosa de la CONCACAF. El destino, y claro está, una ayudadita de los organizadores, nos regalan el platillo principal que todos esperábamos.
Se viene la gran final de la Copa de Oro 2025 y los protagonistas son los de siempre. Por lo tanto, prepárense para un duelo que nos pondrá al filo del asiento. El choque entre México vs Estados Unidos es más que un simple juego, es una cuestión de orgullo.
La antesala de la gloria en Houston
La gran final tiene fecha y lugar. El domingo 6 de julio de 2025, el NRG Stadium de Houston, Texas, temblará con este encuentro. Parece que la elección de la sede no fue ninguna casualidad. Houston, con su enorme comunidad mexicana, se convierte prácticamente en una sucursal del Estadio Azteca.
Debido a esto, nuestro Tri jugará con el apoyo masivo de su gente. El ambiente será una verdadera fiesta verde, blanca y roja en pleno territorio vecino. De hecho, el camino a la final fue diseñado para este momento.
México, como cabeza del Grupo A, y los estadounidenses, liderando el Grupo D, solo podían verse las caras en esta última instancia. Un México vs Estados Unidos en la final era el negocio perfecto y el sueño de todos.
Una rivalidad que define el México vs Estados Unidos
Hablar de este partido es hablar de una historia llena de encontronazos, goles y polémicas. El historial general todavía nos favorece con 37 victorias por 24 de ellos. Sin embargo, hay que ser honestos, la cosa ha cambiado mucho en los últimos años.
Desde el año 2000, los papeles se han invertido y ellos tienen la ventaja en los enfrentamientos directos. Aún así, cuando se trata de finales de Copa de Oro, la historia es un volado que ha caído para ambos lados.
Este torneo ha sido el escenario de batallas memorables que definen el clásico México vs Estados Unidos. Aquí un recuento de esas finales para refrescar la memoria:
- 1993: México 4-0 Estados Unidos
- 1998: México 1-0 Estados Unidos
- 2007: Estados Unidos 2-1 México
- 2009: México 5-0 Estados Unidos
- 2011: México 4-2 Estados Unidos
- 2019: México 1-0 Estados Unidos
- 2021: Estados Unidos 1-0 México
El Tri de Aguirre y su poderoso arsenal
Bajo el mando de Javier “El Vasco” Aguirre, la Selección Mexicana ha recuperado la mística. El equipo actual se ve bien y juega con un estilo ofensivo, usualmente con una formación 4-3-3.
“El Vasco” no se anda con rodeos, prefiere ir al frente aunque a veces se arriesgue un poco atrás. La delantera es, sin duda, nuestra mayor fortaleza. Aguirre tiene un “bendito problema” al tener que elegir entre Santiago Giménez, Raúl Jiménez y Julián Quiñones, todos en un gran momento.
Además, jugadores como Alexis Vega se han consolidado como piezas clave por las bandas. En el medio campo, la presencia de Edson Álvarez como ancla y la dinámica de Luis Chávez y Marcel Ruiz le dan equilibrio y salida al equipo. Este Tri tiene gol, tiene confianza y, sobre todo, tiene un hambre de revancha que se siente en el aire.
Un gigante con bajas y la táctica de Pochettino
Por otro lado, la situación es un poco diferente. Mauricio Pochettino, el técnico argentino, ha intentado implementar un estilo más metódico. Su equipo busca controlar el balón pero ha tenido problemas para adaptarse. El movimiento de la pelota a veces se siente lento y predecible.
A esto hay que sumarle una lista de ausencias que pesa una tonelada. No tener a figuras como Christian Pulisic, Folarin Balogun, Weston McKennie o Yunus Musah es un golpe durísimo. Sobre todo, la falta de su capitán Pulisic deja un hueco creativo inmenso.
A pesar de las dificultades, han llegado a la final, lo que demuestra su resiliencia. Jugadores como Diego Luna han aprovechado la oportunidad para brillar. De todos modos, se enfrentan al clásico México vs Estados Unidos con una plantilla muy mermada.
El veredicto del Clásico y la mirada al Mundial
Entonces, ¿quién levantará la Copa de Oro? Si ponemos todo en la balanza, la ventaja parece inclinarse hacia nuestro lado. México llega con una plantilla más completa y con su poder ofensivo a tope. Las ausencias del rival son un factor que no se puede ignorar en una final. Se espera un partido cerrado, de esos cardíacos, como suelen ser los México vs Estados Unidos.
Pero la profundidad y el momento anímico de nuestros jugadores deberían ser suficientes para llevarnos el título. Me atrevo a pronosticar un 2-1 a favor de México. Ganar esta final no es solo levantar otro trofeo. Es dar un golpe en la mesa de cara al Mundial de 2026, que jugaremos en casa.
Es un impulso anímico fundamental y la confirmación de que la hegemonía de la CONCACAF está de regreso en el lugar que le corresponde. ¡Vamos, México!