
El Papa León XIV pronuncia su primera oración del Regina Caeli y dirige la bendición Urbi et Orbi a las personas que se reunieron frente a la Basílica de San Pedro el 11 de mayo de 2025 en la Ciudad del Vaticano, Vaticano. Crédito: ZUMA Press, Inc./Alamy Live News
Es un gran placer escribir sobre el Papa León XIV. Desde que asumió el liderazgo de la Iglesia Católica, su historia ha cautivado a muchos. Nacido como Robert Francis Prevost en Chicago, este hombre sencillo se convirtió en un líder espiritual global. Su infancia y estudios forjaron una vocación sacerdotal profunda que hoy inspira al mundo.
Papa León XIV, un niño de Chicago con un corazón de oro
Robert creció en un barrio modesto de Chicago, rodeado de una familia católica muy unida. Sus padres, de origen francés y español, inculcaron valores cristianos desde el inicio. Él era el menor de tres hermanos y siempre mostró ganas de ayudar.
Por ejemplo, apoyaba en la parroquia local y cuidaba a sus hermanos mayores. Su madre, Mildred, preparaba comida que atraía a sacerdotes a su casa. Estas visitas acercaron al pequeño Robert, ahora el Papa León XIV, a la vida religiosa. Claro está, su familia fue el primer cimiento de su fe.
Un faro de luz en el camino de Papa León XIV
La educación marcó un giro en la vida del Papa León XIV. En la primaria y secundaria, destacó por su disciplina y respeto. Más bien, fue en el Seminario Menor San Agustín donde su vocación tomó forma. Participaba en grupos de oración y misas escolares con entusiasmo. Un sacerdote agustino, su mentor, lo guió con paciencia y sabiduría. Debido a esto, Robert empezó a imaginar un futuro al servicio de la Iglesia. La escuela le dio dirección y claridad.
La voz que no se puede ignorar
A los 14 años, Robert sintió un llamado claro al sacerdocio. Todo comenzó con su cercanía a la parroquia y los sacerdotes locales. Sin embargo, también enfrentó dudas típicas de la juventud. Se preguntaba si ese era su verdadero camino. Por lo tanto, buscó respuestas en la oración y el consejo de su comunidad. Superó esos temores con fe y decisión. Así, su deseo de ser misionero se fortaleció. Este momento definió su compromiso.
Estudios y servicio, dos caras de la misma moneda
La formación del Papa León XIV combinó teoría y acción. Estudió derecho canónico en Roma y obtuvo un doctorado a los 32 años. Además, sirvió en Perú, donde puso en práctica sus conocimientos. Allí, lideró proyectos que dejaron huella. Algunos destacan:
- Dirigió la formación de futuros agustinos en Trujillo.
- Trabajó como vicario parroquial en comunidades pobres.
- Enseñó en seminarios con dedicación.
Sobre todo, su tiempo en comunidades necesitadas lo acercó a los más vulnerables. Esta mezcla de estudio y servicio moldeó su visión pastoral.
Un puente entre culturas
Aunque nació en Estados Unidos, el Papa León XIV lleva a Latinoamérica en el corazón. Pasó más de diez años en Perú, sirviendo en Piura y Chulucanas. Allí, conoció de cerca a comunidades indígenas y campesinas. Su ascendencia española y esta experiencia le enseñaron a valorar la solidaridad. Parece que estos años lo prepararon para ser un Papa inclusivo. Hoy, promueve una Iglesia cercana y humilde. Nos enorgullece a todos ver cómo estos valores resuenan en su liderazgo.
El Papa León XIV muestra que la fe trasciende fronteras. Como líder, llama a los jóvenes a escuchar su corazón. De hecho, su mensaje sobre el servicio y la unidad toca fibras profundas. Desde México, celebramos a este Papa que une culturas y fortalece la Iglesia con su ejemplo.